A partir del 1 de enero de 2018, California se convirtió en el sexto estado de los Estados Unidos de América en legalizar el uso de la Cannabis Sativa para uso recreativo, bajo un reglamento muy estricto. A la fecha existen 60 establecimientos que cuentan ya con la licencia de funcionamiento.
California permite a las personas mayores de 21 años estar en posesión de hasta una onza de marihuana sin receta médica y podrán cultivar hasta 6 plantas en casa.
Los puntos de venta no podrán operar dentro de un radio de 183 metros de escuelas y en algunas jurisdicciones está prohibida su venta a menos de 305 metros de parques públicos, guarderías y otras áreas que han llamado “sensibles”.
No se puede fumar en público, consumirla a 300 metros de la escuela o guardería o mientras maneja, ni mucho menos conducir bajo la influencia.
El Estado va a imponer un impuesto especial del 15% sobre las compras minoristas, incluido el medicinal y los gobiernos locales pueden aplicar gravámenes adicionales.
Lo que se teme es que los impuestos tan altos lleven a los consumidores al mercado negro.
John Downs, directivo de ArcView, afirma que Colorado, donde la marihuana recreativa es legal desde 2014, registra un desempleo menor desde la legalización y es el más bajo del país.