Gerber, la famosa marca hoy día propiedad de Nestlé, lidera el mercado estadounidense con un 83% de cuota de mercado y se vende en 80 países, entre ellos México donde su penetración alcanza un 67%.
Los inicios de Gerber se remontan a 1928 con la fabricación de las cinco variedades, un envase en lata y dibujos de animales y dados. En ese mismo año, la historia estaba por escribirse -o tal vez deberíamos decir, dibujarse- ya que se hizo una convocatoria para tener un logotipo oficial a la que Dorothy Hopes Smith respondió enviando un bosquejo inconcluso al carbón de una bebé.
La familia Gerber se sintió complacida con este dibujo y comenzó a utilizarlo sin cambio -aún cuando Hopes habría autorizado su conclusión- y, con muy ligeras variaciones, es el mismo que se usa desde entonces hasta nuestros días.
La imagen superó incluso la renovación de la imagen de la compañía en 1996 cuando se decidió que se preservara la misma imagen de la bebé que a la postre, el mundo sabría que se trataba del rostro de Ann Turner Cook, la hija de una de las vecinas de Dorothy Hopes.
Si bien la estrategia de imagen de la compañía tomó un nuevo rumbo cuando en 2010 se abrieron las puertas para la celebración de un concurso anual para ser la imagen oficial de los productos durante el siguiente año, el concurso de 2018 será recordado como el año en que se rompieron paradigmas cuando se escogió como imagen oficial de los productos de Gerber a Lucas Warren. Su foto fue elegida de entre 140 mil que se enviaron y va a aparecer en las campañas de la empresa en redes sociales.
Lucas Warren será recordado siempre por ser el primer bebé Gerber con Síndrome de Down y a quienes somos parte de la familia AVA, nos llena de alegría ser testigos de un paso más en el camino de la inclusión.
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