Mucho se ha hablado en los últimos días sobre el reciente pacto migratorio celebrado entre EUA y México, que si bien ha desactivado momentáneamente la bomba arancelaria lanzada por Trump, no se sabe a ciencia cierta cuál es el alcance total de dicho acuerdo, ni todas las implicaciones que su contenido traerá para México de ahora en adelante.
El canciller mexicano Marcelo Ebrad anunció en rueda de prensa que tras el acuerdo, México se compromete «a registrar y controlar las entradas en la frontera» así como «a desplegar a la Guardia Nacional por todo el territorio y en especial en la frontera sur», así como a permitir que más solicitantes de asilo esperen en México mientras sus casos se revisan en Estados Unidos.
Este acuerdo se alcanzó después del anuncio realizado por el gobierno de Estados Unidos, mediante el cual señaló que si México no toma medidas inmediatas para reducir el número de personas que intentan cruzar la frontera de manera ilegal, los aranceles subirán al 10 % para el primero de julio de este año, y de persistir “la crisis”, se incrementarán al 15 % para agosto; 20 % para septiembre y 25 % en octubre.
Y es que según información brindada por la Patrulla fronteriza estadounidense, tan solo en el mes de febrero más de 76 mil migrantes cruzaron irregularmente la frontera de Estados Unidos con México, doblando el registro del mismo mes del 2018.
Así, México tendrá que endurecer las medidas para contener la crecida de los flujos migratorios, y evitar que la bomba arancelaria se active de nueva cuenta por el gobierno estadounidense, poniendo en riesgo la economía mexicana y creando la sombra de una crisis económica sobre el país, tal y como lo manifestó el propio Andrés Manuel López Obrador.